-TELARAÑAS-

¿Sabes de esa sensación cuando estás en medio del mar flotando y te dejas mecer por las olas según lo fuerte que ellas te impulsen?

¿La libertad de estar desnudo dentro o fuera de la ducha?

¿Un brindis con cualquier estúpido deseo en voz alta y muchos que se quedan entre tu mente y tu propio deseo a ellos?

¿Los segundos congelados que se quedan en tu mente cuando cantas con tus amigos una canción al unísono como si no hubiese un nuevo mañana?

Todo ellos, quizás sean el gran sistema que ha creado nuestra mente para enseñarnos que debemos guardarlos y conservarlos como una sensación única. Como el ciego que necesita de su braile o el sordomudo de su idioma de signos o, simplemente, centrarse en los labios y la expresión del emisor.

Puede que cada percepción cambie y cada perspectiva, desde luego; pero, como arañas, vamos tejiendo cada vez más resistentes nuestras defensas y más pequeños los rincones a los que acomodarnos.